Hoover H3 Manual - Page 23

Ensamble el mango 2 Gire el soporte del mango inferior (A) hacia la posición vertical hasta que sienta que encaja. 3 Alinee la varilla de control (B) del mango superior (C) con la ranura del soporte del mango inferior (D). 4 Presione completamente hacia abajo el mango superior (C) hasta que escuche que ha encajado en su lugar. Desdoble el mango 9 Levante el mango superior (A) a la posición vertical hasta que se trabe en su lugar. Cómo doblar el mango 10 Presione el botón para soltar el mango superior (B) para doblar el mango a la posición de almacenamiento. Instale las escobillas y la boquilla 5 Para instalar las escobillas, coloque el mango en la posición vertical. Incline la limpiadora de pisos hacia atrás para que descanse sobre el piso. Alinee el poste (A) del bloque de escobillas con el agujero (B) de la parte inferior de la limpiadora de pisos. Gire las escobillas ligeramente hasta que el poste se encaje con facilidad en el agujero. Pedal para soltar el mango 11 Pise el pedal (A) para bajar el mango a la posición de funcionamiento. El mango no se queda trabado en una sola posición sino que "flota" para permitir un funcionamiento cómodo. Interruptor de encender y apagar 12 Empuje el interruptor (A) una vez para encender la limpiadora. Empújelo de nuevo 6 Haga presión sobre el conjunto de escobillas para encajarlo en su lugar. para apagarla. Transporte 7 Para instalar la boquilla, asegúrese de que las tabas (C) estén sacadas. Alinee la sección central (D) de la boquilla 13 Para mover la limpiadora de una habitación a otra, coloque el mango en la posición vertical, con la abertura (E) de la limpiadora para incline la limpiadora hacia atrás sobre las pisos. ruedas traseras y empújela hacia delante. Saque el material de embalaje de cartón del área del escurridor, debajo de la boquilla. 14 La limpiadora también se puede levantar usando el mango para transportar (A) en la parte delantera de la limpiadora. 8 Mientras mantiene la boquilla en su lugar, mueva las trabas hacia el interior para trabarlas en su lugar. Continúa § 23